Según las creencias, la noche del 28 de septiembre se suelta al diablo, el cual es sometido por San Miguel Arcángel, pero antes, y para estar protegidos, se colocan en las puertas, ventanas, negocios y hasta automóviles, la popular flor de pericón.
Esta práctica, tiene aspectos de tradición, economía y religión.
En muchos lugares del estado de Morelos, se vende esta singular flor para elaborar cruces, pero también es un remedio efectivo para dolores de estómago.
Francisco Catalán tiene décadas comerciando con ella y dice que afortunadamente, las ventas se han mantenido, aunque no le pueden subir mucho, porque si no, la gente no la compra.