De enero a la fecha, Servicios de Salud de Morelos (SSM) ha registrado cinco mil 277 casos de picadura de alacrán, principalmente en los municipios de Tetecala, Jonacatepec, Axochiapan, Jojutla y Tepalcingo.
En Morelos, existen 16 especies de alacranes, pero por su alta toxicidad sólo dos son consideradas peligrosas: la Centruroides limpidus limpidus y Centruroides balsasensis; estas se presentan en áreas rurales y sub-rurales, así como en terrenos baldíos, además, son responsables de las más de 30 mil intoxicaciones que ocurren al año.
Estos animales son de hábitos alimentarios nocturnos; dentro de las casas les gusta alojarse en rendijas en la pared y techos, aunque también lo hacen en las ropas de cama, prendas de vestir e interior de los zapatos; fuera de las viviendas se albergan en escombros, piedras, maderas, muebles abandonados, entre otros.
La picadura de alacrán ocurre como un hecho accidental, ya que el arácnido sale en busca de su alimento (hormigas, pequeños insectos, entre otros) y es cuando tiene contacto con las personas.
Ante una picadura, lo principal es guardar la calma, observar las manifestaciones clínicas, que pueden varias de leves a graves, asistir a la unidad médica más cercana y sobre todo evitar automedicarse o aplicar remedios caseros.
Entre las principales manifestaciones son: dolor en el sitio de la picadura, inquietud, comezón nasal, lagrimeo, estornudos, sed intensa, entumecimiento de la lengua y labios con dificultad para hablar, sensación de un cuerpo extraño en la garganta (cabellos atorados), salivación intensa, entre otros.
En caso que el paciente presente una crisis, es necesario llamar al Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM) a través de 01 800 849 42 77 o al 911. Tras la picadura, de acuerdo con el grado de intoxicación, será la dosis de faboterápico que se aplicará al paciente.
La Secretaría de Salud, a través de SSM, garantiza en los 204 centros de salud y diez hospitales abasto de faboterápico y recomienda: sacudir la ropa y zapatos antes vestirse, revisar la ropa de cama antes de dormir; en viviendas con láminas o maderas en el techo se recomienda colocar un cielo raso, principalmente en las áreas donde se duerme, además utilizar mosquiteros en puertas y ventanas para mayor protección.