Con el propósito de brindar un tratamiento oportuno en casos de enfermedades alérgicas, el Hospital del Niño Morelense (HNM) recomendó a padres, madres y/o tutores legales de las y los menores de edad, a detectar a tiempo signos y síntomas de este tipo de padecimientos.
En el marco del Día Mundial de la Alergia, que se conmemora cada 08 de julio, Miguel Ruiz Fernández, alergólogo pediatra del HNM, señaló que las enfermedades alérgicas pueden presentarse desde el nacimiento o en diferentes etapas de la infancia, e incluso en la edad adulta, derivado de la susceptibilidad genética que tienen los bebés o a la exposición a sustancias o, a alérgenos, como: polvo, polen, proteína de la leche, alimentos, picadura de insectos, entre otros.
“Las enfermedades alérgicas puede tener diferentes grados de afectación y severidad; en el caso de niñas y niños, si los padres notan que se enferma muy seguido de gripa o tos, que tiene erupciones cutáneas o frecuentemente se enferma del estómago, pueden ser los primeros síntomas de una enfermedad alérgica y deben acudir con el médico especialista para que reciban tratamiento”, dijo.
Detalló que estos padecimientos están relacionados con una alteración en el sistema inmunológico que, cuando la persona entra en contacto con los alérgenos, de índole alimentaria o ambientales, va a reaccionar su cuerpo de una manera exagerada, por ello la importancia de contar con un tratamiento adecuado.
Existen distintas enfermedades alérgicas como la conjuntivitis alérgica que se presenta en los ojos; rinitis alérgica, con síntomas en nariz; asma, con afectaciones en bronquios o pulmones; alergias alimentarias, que se presentan con reacciones en intestino y estómago; y, la dermatitis o urticaria que es la aparición de exantemas en la piel.
A fin de prevenir o limitar estas enfermedades, Miguel Ruiz indicó que desde el embarazo se debe evitar el consumo de tabaco y mantener una dieta baja en la carga de alérgenos; al nacimiento de la niña o niño, es importante la lactancia materna, no mantener mascotas al interior de la casa, evitar objetos o muebles que acumulen polvo y sobre todo estar al pendiente de cualquier cambio en el bebé.